Bombazo en Canarias: descubren tres nuevas plantas silvestres en los volcanes más antiguos de las islas
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Las plantas silvestres presentes en las islas volcánicas fueron objeto de múltiples estudios a lo largo de las décadas, debido a su singular adaptación a condiciones extremas y a su aislamiento biogeográfico. Las Canarias, como enclave de biodiversidad, presentan una flora marcada por la endogamia, el aislamiento y la presión ambiental de los suelos volcánicos.
En este contexto, un equipo científico profundizó en 2024 la taxonomía de un grupo vegetal muy específico, el de las rosas silvestres. Durante un trabajo de campo centrado en la identificación botánica, los expertos localizaron ejemplares cuya morfología y genética no coincidían con ninguna de las especies conocidas, ni en el archipiélago ni en el resto del continente europeo.
¿Cuáles son las plantas silvestres descubiertas en los volcanes más antiguos de las islas Canarias?
Por empezar, el hallazgo fue confirmado en tres enclaves concretos: el Roque de los Muchachos (La Palma), las Cañadas del Teide (Tenerife) y la caldera de Tejeda (Gran Canaria). Estas zonas, reconocidas por su origen volcánico y altitud, brindaron las condiciones idóneas para la diferenciación genética y morfológica de nuevas plantas silvestres.
Dicho esto, los investigadores han descrito tres especies nuevas:
- Rosa roque-muchachensis.
- Rosa cannadas-teydensis.
- Rosa gran-canariae.
Según el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), estas rosas presentan una combinación de rasgos morfológicos inédita. No comparten similitudes con otras especies de plantas silvestres ya registradas, ni en Canarias ni en Europa.
La investigación fue publicada en la revista Flora Montiberica y liderada por Pablo Vargas (Real Jardín Botánico-CSIC), Manuel Nogales (Instituto de Productos Naturales y Agrobiología-CSIC) y Modesto Luceño (Universidad Pablo de Olavide).
¿Cómo fue el descubrimiento de estas nuevas plantas silvestres?
El descubrimiento forma parte de un estudio más amplio sobre la presencia de rosas caninas en el archipiélago. Hasta ahora, solo se habían citado dos especies de plantas silvestres del género Rosa en Canarias: Rosa micrantha y Rosa rubiginosa.
Los investigadores, al aplicar los criterios taxonómicos usados en Europa en los últimos 60 años, han identificado hasta seis especies diferentes en el archipiélago. Para ello, se han analizado en detalle 19 caracteres clave, tanto morfológicos como genéticos.
Entre otros hallazgos, se ha confirmado que algunas poblaciones de Gran Canaria y La Gomera encajan con características de Rosa nitidula Besser, una especie ya registrada en Europa.
Sin embargo, otras poblaciones no corresponden a ninguna especie conocida, lo que ha motivado la clasificación de las tres nuevas especies.
Uno de los principales problemas para el estudio de las plantas silvestres del género Rosa en Canarias radica en varios factores:
- La escasez de poblaciones bien conservadas.
- La existencia de híbridos difíciles de diferenciar.
- La falta de descripciones detalladas en estudios históricos.
- El elevado número de sinónimos utilizados en la literatura botánica.
- La inexistencia de especímenes tipo para muchas especies.
Estas complicaciones generaron confusión taxonómica desde comienzos del siglo XX, lo que ha impedido una clasificación clara de las rosas silvestres canarias.
Análisis de ejemplares en herbarios
A su vez, para validar los hallazgos, los investigadores han trabajado con 75 ejemplares conservados en varios herbarios:
- Universidad de La Laguna (TFC).
- Jardín de Aclimatación de la Orotava (ORT).
- Real Jardín Botánico-CSIC en Madrid (MA).
Además, se ha consultado material de referencia conservado en la Sociedad Linneana de Londres y en colecciones locales.
Las tareas de recolección han contado con la colaboración de biólogos de los cabildos y parques nacionales de varias islas. Entre los enclaves visitados destacan zonas de La Palma, Gran Canaria, Tenerife y La Gomera.
¿Cómo llegaron a crecer estas plantas en la zona volcánica de las islas?
El origen de estas plantas silvestres podría estar relacionado con varias oleadas de colonización natural procedentes de Europa y África. Estas migraciones, junto con las condiciones geológicas del archipiélago, habrían favorecido procesos de hibridación y aislamiento evolutivo.
El género Rosa cuenta con unas 150 especies silvestres identificadas, muchas de las cuales han sido base para el desarrollo de rosas cultivadas.
Estas últimas fueron seleccionadas y manipuladas durante siglos con fines ornamentales, lo que contrasta con el desconocimiento general que aún existe sobre las variedades silvestres.